La sinceridad, para lo mediático es un personaje no una virtud.
todo aquello que sea transmitido por los medios de comunicación audiovisuales es parte de la pauta, propaganda, publicidad, contenidos. Todo está pensado y calculado para generar "pauta", estatal o privada. Pauta; Incluye el segmento, tambien, inculcar conductas, promover políticas, consumo e ideologías (consumismo, socialismo, y cualquier cosa con el sufijo ismo que se nos ocurra). Para ello es necesario "el mensaje". Pautas y mensajes hermanadas en la acción,captar-coptar. Pautas y mensajes: Subliminales, metamensajes, subyacentes, directos, elípticos, inducidos, camuflados, Todo parte del propósito primordial para garantizar el sostén de la civilización mediática en su actual fértil, pragmática, experimental y pujante etapa tecnológica, resumidos en contenidos Impactantes, rimbombantes, virales; Sean ficticios, o mentiras direccionadas (verdades a medias), o "verdades verdaderas". "Pautas & Mensajes" impulsores del "impacto del relato".
Por lo tanto, cualquiera sean las "verdades visuales", (aunque degüellen a alguien delante de cámara y se retransmita, aunque pasen un millón de veces las imágenes del holocausto o el lanzamiento de la bomba atómica, aunque apresen a un disidente o se refugie en una embajada), serán, en el mejor de los casos, verdades explícitas enormes; y de tan magnificas, intrascendentes. Contenidos, mentiras, política, campaña, pautas, relatos, fiesta, porno, droga, muerte, violencia, desgracias, dibujitos, series, películas, marchas, homenajes, huelgas, entregas de premio, toma de rehenes, desastres ecológicos, asesinatos, matanzas, pestes, pobreza, miseria, informes económicos, espectáculos deportivos, realitys, concurso, matanzas. Twiter, Facebook, google, yahoo, BBC, Clarín Magnetto, CNN, Telesur, Disney, Hollywood, TN. Vender, inducir, promover, enajenar, educar. Verdades guionadas, verdades subjetivas, apocalípticas o esperanzadoras. Todo ello dirigido al centro de equilibrio emocional de nuestro intelecto y sentimientos. Verdades relatadas por personajes ficticios o reales estereotipados, que terminan haciendo de ellas, las verdades, algo secundario, eclipsadas por la brillantez del efecto especial o actuación, o su ridiculez, o su grotesco, o por su brutal verbo o cinismo; relatos no pensados espontáneamente por ellos, los personajes, claro; la charla previa, el micrófono en su oreja, el cartel indicador. Ellos, los personajes transmisores, no son dueños de su libertad intelectual, a lo sumo son portadores de principios éticos listos para ser utilizados según la conveniencia del caso; y que se accionan mediante remuneración o extorsión, o promovidos por su ego.
Hay casos de personas, gobernantes y dirigentes sociales entre ellos, que son reales portadores de sinceridad, pero al ser parte de un circuito dependiente de "los medios", se transforman voluntariamente, a veces con el entusiasmo propio que provoca la vanidad, en personajes retóricos del elenco del circo, por temporada, al igual que los contratados transitorios.
Un político, un pensador, un deportista, un científico, un filósofo, para trascender se transforma en paladín o villano o cómico, que terminan tristemente glorificándose en charlas con su propio ego, una especie de ser predestinado a decir verdades y terminar haciendo estupideces.
La civilización mediática es la culminación de la primera parte de la evolución humana, que durará lo que dure el mercado y su necesidad imperiosa de consumismo para abastecer necesidades. El próximo capítulo será escrito por la conciencia, no por el ego.
Por lo tanto, cualquiera sean las "verdades visuales", (aunque degüellen a alguien delante de cámara y se retransmita, aunque pasen un millón de veces las imágenes del holocausto o el lanzamiento de la bomba atómica, aunque apresen a un disidente o se refugie en una embajada), serán, en el mejor de los casos, verdades explícitas enormes; y de tan magnificas, intrascendentes. Contenidos, mentiras, política, campaña, pautas, relatos, fiesta, porno, droga, muerte, violencia, desgracias, dibujitos, series, películas, marchas, homenajes, huelgas, entregas de premio, toma de rehenes, desastres ecológicos, asesinatos, matanzas, pestes, pobreza, miseria, informes económicos, espectáculos deportivos, realitys, concurso, matanzas. Twiter, Facebook, google, yahoo, BBC, Clarín Magnetto, CNN, Telesur, Disney, Hollywood, TN. Vender, inducir, promover, enajenar, educar. Verdades guionadas, verdades subjetivas, apocalípticas o esperanzadoras. Todo ello dirigido al centro de equilibrio emocional de nuestro intelecto y sentimientos. Verdades relatadas por personajes ficticios o reales estereotipados, que terminan haciendo de ellas, las verdades, algo secundario, eclipsadas por la brillantez del efecto especial o actuación, o su ridiculez, o su grotesco, o por su brutal verbo o cinismo; relatos no pensados espontáneamente por ellos, los personajes, claro; la charla previa, el micrófono en su oreja, el cartel indicador. Ellos, los personajes transmisores, no son dueños de su libertad intelectual, a lo sumo son portadores de principios éticos listos para ser utilizados según la conveniencia del caso; y que se accionan mediante remuneración o extorsión, o promovidos por su ego.
Hay casos de personas, gobernantes y dirigentes sociales entre ellos, que son reales portadores de sinceridad, pero al ser parte de un circuito dependiente de "los medios", se transforman voluntariamente, a veces con el entusiasmo propio que provoca la vanidad, en personajes retóricos del elenco del circo, por temporada, al igual que los contratados transitorios.
Un político, un pensador, un deportista, un científico, un filósofo, para trascender se transforma en paladín o villano o cómico, que terminan tristemente glorificándose en charlas con su propio ego, una especie de ser predestinado a decir verdades y terminar haciendo estupideces.
La civilización mediática es la culminación de la primera parte de la evolución humana, que durará lo que dure el mercado y su necesidad imperiosa de consumismo para abastecer necesidades. El próximo capítulo será escrito por la conciencia, no por el ego.
La sinceridad, para lo mediático es un personaje, no una virtud; y la verdad sin ella tiene el valor de lo transitorio.
Ruben Bassi
Ruben Bassi
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