El genio distinto.
- ¡Tú la frotaste? ¿cómo te llamas?
- Si, si¡¡¡ Atilio, me llamo Atilio¡¡
- Bueno, ahora tú, Atilio, concédeme un deseo.
- Pero... es usted quien debe concederme tres¡¡
- No, no, lo siento, ese es otro genio. Yo soy un genio nuevo...recién nacido.
- pero yo no puedo concederte nada¡¡ soy pobre¡¡
- Inténtalo, al menos
- ¿y si te quedo debiendo?
- Nada me deberás
- ¿seguro?
- Quédate tranquilo, Atilio, nada me deberás.
- dejame pensar - la puta madre, qué mala suerte de pobre tengo¡¡ me encuentro con una lámpara de la que sale un genio inútil....- Esta bien, genio, te haré el favor, al menos intentaré ayudarte... Decime tus tres deseos.
- Gracias Atilio, Es solo uno, buen hombre, solo te pediré uno solo, nada más.
- Bueno, como quieras. ¿y cuál es ese deseo?...
- ¡¡¡quiero el poder para otorgar deseos¡¡ Otórgamelo¡¡¡.
- ah¡ bueno¡ ¿y cómo podría yo darte un poder que ni siquiera puedo hacer efectivo en mi mismo?
- Solo dilo.
- ¡¿así como así?
- ¡¡si, así como así, ¡¡solo deséalo¡¡ y dilo en voz alta¡¡
- bueno. Ahí va... ¡ para que puedas otorgar deseos¡ ¡¡¡¿uno?¡¡, no, ¿qué digo?¡¡¡ tres¡¡ ¡Deseo que puedas otorgar ¡¡TRES deseos¡¡
- ¡qué entusiasmo el tuyo, Atilio¡, qué entusiasmo¡¡¡¡
- ¡¡ Listo ¡¡¡ ya está¡¡. ... Genio, te otorgué tu deseo.
- Gracias, Atilio, ¡¡¡lo lograste¡¡¡ y como fuiste el primer humano que no me pidió nada a cambio, por este enorme favor; a partir de este momento,, ¡¡eres mi amo¡¡, PÍDEME TRES DESEOS Y TE LOS CONCEDERÉ¡¡¡
- Si, si¡¡¡ Atilio, me llamo Atilio¡¡
- Bueno, ahora tú, Atilio, concédeme un deseo.
- Pero... es usted quien debe concederme tres¡¡
- No, no, lo siento, ese es otro genio. Yo soy un genio nuevo...recién nacido.
- pero yo no puedo concederte nada¡¡ soy pobre¡¡
- Inténtalo, al menos
- ¿y si te quedo debiendo?
- Nada me deberás
- ¿seguro?
- Quédate tranquilo, Atilio, nada me deberás.
- dejame pensar - la puta madre, qué mala suerte de pobre tengo¡¡ me encuentro con una lámpara de la que sale un genio inútil....- Esta bien, genio, te haré el favor, al menos intentaré ayudarte... Decime tus tres deseos.
- Gracias Atilio, Es solo uno, buen hombre, solo te pediré uno solo, nada más.
- Bueno, como quieras. ¿y cuál es ese deseo?...
- ¡¡¡quiero el poder para otorgar deseos¡¡ Otórgamelo¡¡¡.
- ah¡ bueno¡ ¿y cómo podría yo darte un poder que ni siquiera puedo hacer efectivo en mi mismo?
- Solo dilo.
- ¡¿así como así?
- ¡¡si, así como así, ¡¡solo deséalo¡¡ y dilo en voz alta¡¡
- bueno. Ahí va... ¡ para que puedas otorgar deseos¡ ¡¡¡¿uno?¡¡, no, ¿qué digo?¡¡¡ tres¡¡ ¡Deseo que puedas otorgar ¡¡TRES deseos¡¡
- ¡qué entusiasmo el tuyo, Atilio¡, qué entusiasmo¡¡¡¡
- ¡¡ Listo ¡¡¡ ya está¡¡. ... Genio, te otorgué tu deseo.
- Gracias, Atilio, ¡¡¡lo lograste¡¡¡ y como fuiste el primer humano que no me pidió nada a cambio, por este enorme favor; a partir de este momento,, ¡¡eres mi amo¡¡, PÍDEME TRES DESEOS Y TE LOS CONCEDERÉ¡¡¡
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