a la Pampa de mi alma

La Pampa, que yo recuerdo

tiene dos atardeceres,

uno metido en mi alma,

el otro, en sus ojos verdes.

De nubes desparramadas,

que parecen  derretirse,

en espuma anaranjada,

como  las vi en aqellos días,

cuando dejé de ser niño.

La pampa, que yo te digo,

es seca, de arena y limo,

no  es esa, la de la soja,

ni tampoco la del trigo

La Pampa, de mis amores,

de sueños contemplativos,

es  Pampa del horizonte,

la Pampa, de monte vivo,

mar de verde atardeciendo,

en cielo, que en mis recuerdos,

es mi cielo preferido...

Comentarios

Entradas populares